Liderando el modelo de competencias
Supongamos que hemos recorrido satisfactoriamente el camino esbozado en nuestros anteriores artículos. El futuro de la organización y los objetivos del negocio están claros. El mercado, el nivel de satisfacción de los clientes, las estructuras y los procesos están definidos.
Pero todavía no hemos terminado. Ahora, nos resta alinear a la gente detrás de todo este conjunto de escenarios de gestión.
He conocido impecables modelos y diccionarios de competencias que acabaron sepultados en escritorios y bibliotecas de salas de reuniones.
Si bien tenían un "packaging" impresionante y una impecable preparación conceptual, jamás llegaron a aplicarse.
La causa de su fracaso: privilegiaban la "belleza técnica" por sobre su alineación a las necesidades de la organización y a la practicidad en el día a día del negocio.
Supongamos que hemos recorrido satisfactoriamente el camino esbozado en nuestros anteriores artículos. El futuro de la organización y los objetivos del negocio están claros. El mercado, el nivel de satisfacción de los clientes, las estructuras y los procesos están definidos.
Pero todavía no hemos terminado. Ahora, nos resta alinear a la gente detrás de todo este conjunto de escenarios de gestión.
He conocido impecables modelos y diccionarios de competencias que acabaron sepultados en escritorios y bibliotecas de salas de reuniones.
Si bien tenían un "packaging" impresionante y una impecable preparación conceptual, jamás llegaron a aplicarse.
La causa de su fracaso: privilegiaban la "belleza técnica" por sobre su alineación a las necesidades de la organización y a la practicidad en el día a día del negocio.