Por: Oscar del Santo
Como no podía ser de otra manera, estoy feliz por el éxito de mi E-Book introductorio ‘Reputación Online para Tod@s‘ y por la acogida tan calurosa y positiva que ha tenido entre los miles de personas de toda España y Latinoamérica que lo han descargado, compartido e ‘incrustado’ en sus páginas y blogs. Mi agradecimiento se dirige igualmente a las Universidades, Escuelas de Negocio y Centros de Formación que lo han adoptado como material de referencia y a las reseñas que se han publicado en diarios digitales como Puro Marketing y tantos otros.
Sin embargo, dejé claro en mi modesta obra que faltaban muchos aspectos esenciales de la reputación online que quedaban sin tratar dadas las limitaciones de tiempo y espacio. Hoy quiero abordar uno que me parece quizás el más urgente, dada especialmente la en mi opinión imperfecta e incompleta formación que están recibiendo a día de hoy los community managers o gestores de las redes sociales (lo mismo se aplica, por cierto, a muchos estudiantes de comunicación corporativa) en este crucial aspecto. A falta de un mejor nombre, quiero describirlo como el buenismo o la actitud ‘buenista’. Por buenismo entiendo la falta de una respuesta firme, enérgica, inteligente y estratégica cuando se ataca injustamente y con argumentos (consciente o inconscientemente) falsos o tergirversados nuestro producto, servicio o marca y su sustitución por una respuesta ‘buenista’ o conciliatoria que ante los ojos de la comunidad pueda ser interpretada – especialmente si se demora una ulterior respuesta más contundente – como una admisión de culpa.
Hemos dado sin duda pasos de gigante en la formación de community managers (CMs) en nuestro país en los últimos tres años, aunque hasta los críticos más benévolos estarán de acuerdo en que nos queda mucho camino por recorrer. Debería resultar especialmente preocupante para las empresas y marcas a las que terminarán representando que para las nuevas hornadas de CMs que están saliendo de nuestros centros de formación (y bien por acción u omisión) el buenismo se haya impuesto como la tónica de la actitud de respuesta ante toda posible crítica en las redes sociales.